martes, 27 de julio de 2010

7.27

Pies mágicos, cebolla violeta, cicatriz en forma de sonrisa, un pájaro amarillo, una hoguera, una lágrima, una calavera.

7:27 a.m. es un día soleado con un frío viento que baja por el valle, un muchacho se despierta repentinamente, con la mirada muy fija, aunque su cara no denota espanto, sus ojos están muy abiertos, como si hubiera visto algo mientras dormía, algo estaba perturbando su mente, podría ser su sueño; pero en este preciso momento le perturbaba mas darse cuenta que estaba dormido en medio de un campo de maíz, su ropa está lodosa, así que decide caminar fuera de ese lugar.

A lo lejos escucha el sonido de los automóviles, su cara refleja el alivio de saber que está cerca de la carretera, a pesar del desconcierto que le causa se muestra un poco tranquilo, ha llegado al camino pavimentado, y es un lugar conocido, - “el sol está aun bajo, así que es temprano, la tierra está húmeda y recuerdo que llovió en la madrugada, por lo menos me desperté cerca de mi casa, hace mucho no me sucedían estas cosas”-, es lo que el piensa mientras camina con actitud resignada, son 4 Km hasta su casa en un pequeño lugar en el valle, rodeado de un maizal que se extiende más allá de sus ojos.

Era un martes de verano, aunque el calor era casi factor de distorsión emocional en esa época del año; ese día corría esa fría corriente de aire que pasivamente refrescaba el ambiente, el joven pasa frente a la casa de su vecino, un hombre de por lo menos 45 años que canta en la cocina de la casa mientras prepara el desayuno, una canción que este muchacho conoce de las tantas veces que pasado por su casa cuando va rumbo a la escuela.

Waiting... to be born again
Wanting... the saddest kind of pain
Waiting for the day when I will crawl away


Aunque esta vez por alguna razón le presta especial cuidado a la lírica. Ya llegando a su casa, comienza a buscar entre las piedras frente a su casa ese lugar estratégico donde suele guardar las llaves cuando llega tarde, y se da cuenta, que aun están ahí, en la hendidura de la pared que divide su casa de la siguiente. El entra sigilosamente esperando no despertar a nadie, entra a su cuarto, avanza directamente a su baño, enjuaga su cara lentamente mientras aguanta la respiración y cierra sus ojos, levanta su cabeza dando un gran suspiro, abre sus ojos, mirándose detenidamente al espejo, observa las marcas que tiene en el cuerpo. Frases que no entiende, colocadas en sus extremidades cada una dice:

Brazo izquierdo: “i never felt alone, ‘til i met u”
Brazo derecho: “thoughts arrive like butterflies”
Pantorrilla izquierda: “your head will collapse”
Pantorrilla derecha: “my love is inusual it’s painted by roses and thorns”
Pecho: “there is no pain, you are receding”
Estómago: “believe in me as I believe in you”

Todas esas marcas lo inquietaron mucho, era su letra, no era tinta de algún bolígrafo, en su cuarto no habían manchas, buscó mas marcas raras y descubrió una última, donde menos pensaba, en su espalda al retorcerse lograba ver unos garabatos que no entendía, se le ocurrió verse en el espejo una vez más, y descubrió algo mas intrigante, el mensaje estaba escrito no solamente invertido, las letras estaban de cabeza, y decían:

“The man who walks alone”

Ya asustado, se ve al espejo y se dice a sí mismo: -“ un viento que no cesa, un espejo que no refleja lo que soy, tu recuerdo en frente mío acechándome, me enferma esta sensación”-.

Repite una vez más: -“hay algo que olvido de estas frases, pero ¿Qué es? ¿Qué es?“–
El muchacho se para firme de espaldas a su cama, cierra sus ojos abre sus brazos como formando una cruz, respira profundo mientras aguanta la respiración, sin miedo se deja caer de espaldas. Es en ese preciso instante, cuando imágenes desconcertantes regresan a su memoria, son las imágenes del sueño que tuvo, se levanta apresuradamente buscando un lápiz y encuentra un marcador de color azul, se va al espejo del baño y empieza a dibujar, con la mirada fija en lo que hace, está sudando, ni el mismo lo puede creer lo que está mirando lo que ha dibujado lo ha dejado perplejo.

El chico está confundido, se sienta en el suelo deteniéndose en la puerta, piensa en ese sueño, repasándolo una y otra vez, sabe que hay algo que no ha entendido, solo tiene que enfocar sus ideas, y dar ese paso.

Por fin decide lo que tiene que hacer, rápidamente se viste, sale de su cuarto y corre al bajar las escaleras, se dirige al sótano busca algo con insistencia; pero a la vez descuido ya que hace mucho ruido y se caen algunas herramientas. Cuando está agachado buscando algo entre las cajas, se golpea fuertemente con la repisa de arriba, ya que escucha una voz que le grita: -“buenos días, gracias por despertarme muchachito, que ruido tienes y que desorden”- era su padre que estaba detrás de él justamente. Su padre le dice: -“hace rato escuché que alguien subía las escaleras, y después a alguien bajar a toda prisa, después a alguien alborotando los insectos del sótano, hey Jess ¿qué diablos buscas?”-.
Su hijo aun agachado masajeándose la cabeza después de semejante golpe se pone de pie, mira a su padre y le dice: -“hey buenos días viejo, disculpa el desorden; pero necesito de tu ayuda, quiero contarte algo muy privado, y no quiero que te rías, por favor prométeme que no reirás”-.
Su padre, el que ya dibujaba una sonrisa desde antes, ahora simplemente se pasa su mano derecha por la barbilla, mira detenidamente a su hijo, mientras le apunta con su dedo meñique le contesta: -“no sabes cuánto esperé para que tuviéramos esta charla, de hombre a hombre, después de esto prometo regalarte un trago de ese whisky que me dejaron”-, pero Jess le dice: -“Rod viejo pervertido, no es lo que estas pensando, no se trata de ‘eso'; pero por favor escúchame”-, su padre no hace más que sentarse en una caja y abre sus brazos y hace un gesto con la mano solicitando que siga la charla. Es ahí cuando Jess hace la pregunta: -“si te dijera que necesito que me ayudes en algo que tengo que hacer hoy, ¿lo harías?”-. Su padre solo asintió con la cabeza y preguntó: -“¿de qué trata?”-, Jess responde: -“tengo que entregar un mensaje”-, su padre pregunta: -“¿a quién?”-, Jess responde: -“a alguien que no conozco”-, su padre vuelve a insistir: -“¿y qué le escribirás a esa persona que no sabes quién es?”-, Jess responde viendo fijamente a su padre con unos ojos que denotan mucha firmeza: -“algo que vi en un sueño”-.

Jess insiste: -“prometiste no reírte, ahora ayúdame a entregar el mensaje”-, su padre se levanta y coloca su mano derecha en el hombro de su hijo: -“muchacho, cada día, estas mas demente; pero por esta vez tengo la sensación que debo ayudarte, así que dime en que te ayudaré”-. El muchacho responde: -“necesitaremos, papel, varillas de aluminio, cordel que sea muy resistente, tijeras, un marcador negro y pegamento”-.

Su padre aunque confundido y aun sin saber de que trata, ayuda a buscar los materiales y comienzan a trabajar.
Pasan horas discutiendo, entre risas y recuerdos, una vez terminado, el viejo pregunta a su hijo: -“¿esto es realmente lo que necesitabas?”-, su hijo responde: -“si papá”-, su padre replica: -“¿seguro que esto no es otro de tus ataques? No quisiera llevarte con el loquero otra vez”-, su hijo lo mira y responde: -“viejo te quiero, pero hay cosas que es mejor que no sepas, por tu salud mental”-. Después de darle una palmada a su padre Jess le dice: -“ahora ayúdame a subirlo a la carro que tenemos que llevarlo antes que anochezca”-, su padre dice: -“¿Dónde iremos? ¿A algún parque o algo así?”-, y su hijo responde: -“no viejo, iremos donde todo comenzó, hoy en la mañana”-.

2:07 pm cuando van en el automóvil, un pick-up grande, cuando repentinamente Jess le dice a su padre que se detenga, su padre muy contrariado se hace a un lado de la carretera, Jess baja del pick-up, se cruza la calle, y mira al horizonte, en frente suyo solo tiene un maizal y mas allá solo hay mas maizal. El muchacho voltea su mirada a su padre y le dice: -“hey viejo, ¿crees que este traste viejo con ruedas nos puede llevar hasta el espantapájaros?”-. Su padre muy sorprendido y con un gesto de sonrisa le responde: -“para lo viejo que está este carro, no está dañado como tú, mejor súbete y disfruta del paseo, pobre infeliz”-. El muchacho se fue en la cama del pick-up mientras veía el paisaje imponente, maizal a ambos lados, respiraba profundamente ese olor a tierra húmeda y maíz, aromas mezclados en esta vasta vegetación.

Por fin llegan al lugar donde está el gran espantapájaros, y justo a tiempo, ya que comienza a hacer mucho viento, Jess se baja rápidamente, dice a su padre: -“aquí comenzaré a correr hasta que logre lo que necesito hacer”-. Así que el muchacho baja su creación del pick-up, una imponente cometa de color gris.

Jess le dice a su padre: -“por favor dame el marcador y no mires lo que escribiré”-. Su padre le entrega el marcador, se da la vuelta y observa el atardecer, con el espantapájaros en frente suyo y el atardecer de fondo con unas nubes negras que vaticinan una tormenta eléctrica.
Rod se voltea, ve a su hijo aun escribiendo y le grita: -“oye muchacho, apresúrate con eso, que ya comenzará a llover y nos puede caer un rayo, eleva ya esa mier…..”-. Ni siquiera había terminado de decirlo cuando la cometa se comenzó a elevar y Jess a correr. Hasta que consiguió la altura que necesitaba, su padre le dijo: -“hey muchacho ya que terminaste de jugar, ¿podrías bajar esa cosa ya? Que si no nos salimos de este lugar nos caerá un rayo”-, su hijo responde: -“eso quiero papá; pero aun no sube lo suficiente, solo dame tu cuchillo”-, Rod responde: -“bajala y vámonos, deja de hacer payasadas”-, Jess responde: -“ahora papá, mira esto”-. Justo en ese instante, en un parpadeo el jovencito corta el cordel cuando ya había alcanzado la altura máxima, eran 35 m de cordel, y la cometa comenzó a elevarse mientras la corriente el viento se la llevaba consigo.

Entre truenos y relámpagos, su padre le grita: -“¡tanto trabajo, un día de descanso perdido para esto, estas mal muchacho!”-. En cambio Jess tiene una gran sonrisa casi de oreja a oreja que lo hizo dar un grito de alegría. Jess mira su reloj, ya son las 7:26 pm, grita a su padre: -“¡hey Rod, mira lo que sucederá justo en este momento!, no volverás a dudar de mis ideas locas”-.

7:27 am

Y en ese instante…

…Silencio. Después un fuerte ventarrón, y un rayo partió el cielo alcanzando la cometa en pleno vuelo,conectandose a otra nube. Fue un estruendo monumental…

Debido al poder sónico del rayo, ambos hombres quedaron tirados en la tierra, Rod alcanzó a recuperar la conciencia y tomó a su hijo, rápidamente lo subió al carro y a toda velocidad salió del campo de siembra, mientras una intensa lluvia caía. Ya en casa, Rod miraba la lluvia caer desde su terraza, con ropa seca y una taza de chocolate caliente, miró hacia dentro y vió que su hijo ya se había despertado, estaba con una bata encima. Rod respiró profundamente y preguntó: -“ahora si hijo, explícame lo que sucedió hoy por favor, quiero entender como sabías lo que sucedería”-. Jess tomó un marcador de uno de los muebles, agarró una hoja de papel y comenzó a dibujar, mientras su padre lo observaba, muy detenidamente. El muchacho había terminado, entregó la hoja a su padre y se sentó en un sillón, con la cabeza hacia atrás y los ojos llorosos.
Su padre repitió: -“¿son lo que creo que son?”-.

-“Si padre, pies con alas que realmente son unos pies mágicos, una cebolla que realmente es de color violeta como el color de mis manchas en la piel, una cicatriz en forma de sonrisa, un pájaro que realmente es amarillo, una hoguera, una lágrima y una calavera. Esas son las figuras que vinieron a mi cabeza hoy en la mañana cuando intenté recordar el sueño que tuve, el sueño más emocionante, más misterioso y más vívido que he tenido; pero ya no podía recordarlo, y esas figuras vinieron a mi mente como flashes de cámara fotográfica, o más bien como rayos”-.

Rod aun mas intrigado y con algo de temor preguntó: -“¿y al final recordaste tu sueño?”-. Jess respondió: -“si, mientras estaba tirado en el campo lo recordé todo, ahora sé lo que ví, o mejor dicho a quien soñé. Ví una mujer de cabello violeta como esas cebollas, ví un pájaro de color amarillo que le pertenecía a esta mujer quien lo quería tanto que se compró una blusa amarilla con la cara de Woodstock en el busto, por cierto le quedaba muy bien papá. La cicatriz estaba a un lado de su estómago y parecía como si fuera de apéndice y en el ombligo un piercing con una calavera. Después de eso ví a una niñita de cabello negro como de siete años, que caminaba de manera extraña ya que tenía que usar zapatos ortopédicos, tenía algo en sus piesitos. Ella estaba quemando algo en un cuarto, era una gran hoguera, creo que intentaba hacer brujería o algo asi. Al final entendí que tanto la niña como la mujer eran la misma persona”-.

-“¿Y la viste llorar verdad? A esa mujer”-, preguntó su padre, a lo que su hijo respondió: -“No papá, la ví reir, ella estaba feliz; pero tenía lágrimas en sus ojos, parece que había estado llorando antes, y a pesar de eso quería reírse en ese momento así que puedo pensar que al final también lloraba de felicidad, porque al final me hizo llorar a mi también”-.
Jess descubriéndose el cuerpo dijo a su padre: -“cuando desperté del sueño, estaba tirado en el maizal, con estas marcas en el cuerpo, aun me pregunto qué significan”-.
Rod observó cada frase y en tono reflexivo respondió: -“no me lo vas a creer, pero son canciones, y muy buenas por cierto”-. Jess insistió con una pasiva sonrisa: -“¿en serio papá, son canciones?, de seguro son sus canciones, las favoritas de ella”-. Rod respondió: -“si hijo, algunas las escuché cuando era adolescente y otras cuando vivía tu abuelo, mas tarde las puedo buscar entre mis CD’s si quieres”-. –“sabes papá, ahora que me dices eso ya todo está claro para mí, me siento en paz, yo no sé mucho inglés; pero respóndeme ¿qué significa esta palabra que tengo escrita en la nuca?”-. Rod miró la nuca de su hijo, y con un gesto de melancolía, dio un gran suspiro con lágrimas en sus ojos le dijo: -“Es ‘soulmate’, significa alma gemela. Y es algo que no se dice a la ligera, porque puedes querer a mucha gente lo cual es importante porque todos estamos conectados, puedes amar a pocas personas merecedoras de conocer tu corazón; pero un alma gemela es trascender de este cuerpo, es esa única persona con la que estás vinculado y pocos llegan a conocer, hijo ojalá algún día la encuentres y no solo en sueños”-.

-“Dime hijo, ¿lo de la cometa fue para recordar todo esto? ¿A manera de electroshocks o algo así?”- preguntó Rod limpiándose disimuladamente las lágrimas. Y Jess respondió: -“no, fue solo una corazonada; pero en mi interior sabía que algo pasaría, y esa lluvia se llevaría mi mensaje, y así sucedió, la cometa desapareció de este mundo y le llevará el mensaje a ella”-.
Rod dijo a su hijo: -“eres el jovencito de catorce años más raro, dañado y afortunado que he conocido, acompáñame a la sala y te contaré que canciones son esas que tienes manchadas, y ya deja de robarte la violeta de genciana, esas manchas no saldrán fácil”-.

Padre e hijo se dieron un gran abrazo y caminaron a la sala.

Rod preguntó a su hijo: -“¿qué mensaje escribiste en la cometa?”-.

Y Jess respondió: -“todos los veranos están desvaneciéndose”-.

...good night soulmate...

FIN

PD: Parado con los brazos abiertos, mi cara viendo hacia el cielo, la lluvia acariciando mi cara. Dejo escapar una gran sonrisa, y hago un guiño a Dios. Regreso a la vida.

1 comentario:

Sophi dijo...

O.o puuuyaaa, de inicio a final me dejaste atrapada!!! Está chivísimo!! T felicito, cipote!!!