domingo, 21 de septiembre de 2008

DIOS, EL DIABLO, LA POLITICA Y LA REALIDAD

En una conversación ayer por la noche, de alguna manera llegamos al tema de Dios con algunos amigos. Discutimos de manera rápida sobre lo bueno, lo malo, lo correcto y lo incorrecto.

Según uno de ellos, no podemos mezclar lo correcto con lo bueno y lo incorrecto con lo malo. Porque si bien son sinónimos, su fin no es el mismo… según yo le pude entender. De ahí parte entonces mi opinión:

Los bueno entonces, es correcto cuando no perjudica a muchas personas? O cuando ignoramos o simplemente no nos importa la existencia de las personas a las que pueda repercutir de forma negativa nuestra buena decisión?

Lo bueno es lo colectivamente aceptado como tal… porque así lo han decidido nuestros predecesores y de esa forma hemos sido racionalmente estructurados. Eso es lo que yo supongo. Ejemplos de ello son las milenarias culturas asiáticas, las cuales actualmente nos fascinan ya que desde hace poquísimo tiempo (proporcionalmente hablando) se han abierto al resto del mundo y nos han dejado conocer su comportamiento absolutamente distinto al nuestro.

Otro ejemplo de ello… los niños nacidos en la proclamada era de los arios en Alemania, ellos nacieron con la certeza que su raza era sobre todas las razas y durante los años que duró Hitler en el poder, fueron criados con de manera que eran indolentes al sufrimiento de cualquiera que no fuese de su raza, ya que todos se lo tenían merecidos por no ser de cabello claro, ojos azules e imponente figura.

Por el contrario. Es lo incorrecto, cuando una decisión nuestra perjudica a una o más personas, animales o cosas que pueden responder a nuestra decisión; que a corto, mediano o largo plazo pueden luego perjudicarnos o simplemente a todo aquello que se quede indiferente a nuestras decisiones y/o acciones. Aun cuando estas sean por un motivo noble?

Definamos noble: Proteger la vida, es un motivo noble… más aun, es bueno y lo correcto. Pero será correcto proteger la vida aun cuando el cumplimiento de este estatuto perjudique a muchas o miles de personas? Significa entonces, que la satisfacción del bien de muchos, omite la culpabilidad por la transgresión de un derecho básico de cualquier ser en la faz de la tierra?

Quién no come carne? Los vegetarianos… acaso no utilizan combustible en sus autos? Acaso no consumen energía eléctrica en sus hogares? Acaso no consumen cualquier otro producto ofertado en un mercado? A quines creen los vegetarianos que el consumo de todos estos privilegios de la civilización y tecnología no perjudican? Hacen entonces lo correcto o lo incorrecto? Es ahí donde la opinión que han forjado miles de personas a su alrededor incide en su noción del bien, del mal, lo correcto y lo incorrecto.

Dios ahora, siempre ha sido el Dios de todo. En el pasado la gente lo separaba a ese Dios supremo en muchos dioses secundarios: El dios del día, de la noche, de la cosecha, del viento, etc etc etc. Hace poco más de 3000 años, alguien llegó a la conclusión que no hay muchos dioses, sino solo uno que controla todo a nuestro alrededor. Uno que influye confianza dado que el controla desde un grano de arena hasta la rotación de un planeta completo dentro un mapa de orbitas a lo largo de los millones de años luz que abarca el universo. Es difícil pensar que un solo ser pueda tener el control de tanto, pero si nos ponemos a pensar entonces, el Dios que rige nuestras vida en la actualidad y según la creencia cristiana que una mayoría del mundo profesa, el ha tomado el lugar de lo que cualquier persona llamaría “destino”. Cada acto que nosotros realzamos puede tener decenas de variables… otros creen que nosotros tenemos el control de nuestro propio destino, pero será cierto eso? Porque… se piensa que las matemáticas es el lenguaje de Dios, las matemáticas son las mismas en todo el mundo, son exactas, son ineludibles. El lapso de tiempo entre la presentación de un problema y la resolución final de este, esta dado por la velocidad a la que se realice la operación. En la antigüedad una operación podía tardarse días, con la tecnología pasamos a poder resolver en minutos o segundos. Que tal si la vida esta en la tiza de Dios, quien esta resolviendo un enorme problema de millones y millones de cifras, somos solo un número vagando por el universo de otros números que representan valores y nuestras vidas seguramente afecta a todas las demás a nuestro alrededor, el uso de nosotros empieza en una fila y termina posiblemente en la misma pero años más tarde mientras Dios sigue escribiendo. Donde esta el libre albedrío?

Lo único que el ser humano puede hacer, es pensar que su libre albedrío funciona a lo largo de su vida, eso lo hará conformarse y sentirse bien. Es la respuesta más simple y la más satisfactoria, porque habríamos de repensarlo?

Cada quien debe vivir de la forma que más le plazca y considere correcta o incorrecta, buena o mala, porque no hay nada más que podemos hacer para complacer nuestro pretencioso ego.

Hablemos ahora de política: “el arte de hacer que los demás hagan lo que nosotros queremos”. Nuestros fines se consiguen por medio de acuerdos con distintas elementos de una ecuación. Si yo quiero una pizza, en primer lugar debo tener empleo, luego dinero, luego debo encontrar un lugar donde hagan pizza, solicitar los ingredientes e intercambiar el trabajo de alguien por mi trabajo representado en dinero. Si llevo a cabo de manera correcta esta operación, es muy posible que coma pizza en algún momento de mi vida, de faltar uno de los factores que completan la ecuación, es muy probable que no.

El anterior fue un ejemplo burdo, pero efectivo de lo que es la política. Hay que conseguir llegar a un puesto relevante en la vida de una comunidad o nación, sonreírle a todo mundo, sacar a relucir los errores del otro sin hacer que este se sienta agraviado, darle un palmadita en la espalda, hacerlo saber que esta haciendo lo correcto y repetir el procedimiento hasta que nuestra victima seda de manera voluntaria o involuntario a nuestros deseos.

De esta forma se hace el poder, poder que luego se utiliza para el bien o para el mal, ya sea su fin correcto o incorrecto, utilizando como comodín a Dios bajo la manga… porque Dios tiene poder sobre millones de personas que no pensarían dos veces en hacer lo que Él o su enviado digan que deben hacer.

Pero cual es la realidad?

Hay muchas formas de ver la realidad… tantas como personas sobre la faz de la tierra, tanta como seres vivos en esta. La realidad más inmediata para la mayoría de las personas… es que las cosas están cambiando, lo que antes se daba por sentado ahora esta en peligro o simplemente ya no lo es.

Para algunos, la situación actual es el resultado de malas decisiones que se pensaron, eran correctas en su debido momento histórico. Para otras, es obra de Dios, quien nos castiga por las malas decisiones de la humanidad en conjunto.

Para mi… que es la realidad?................... No es nada. Es un momento tan fugaz, como mis recuerdos del segundo anterior a este. Ya no son nada, son solo un montón de imágenes que corren frente a mis ojos, algunas las puedo sentir en la piel otras en mis sentidos a modo de fantasmas.

La realidad no es nada, porque en el momento en que me percato de lo que es, esta ya ha pasado y mi cerebro constantemente esta actualizando lo que acontece a mi alrededor sin tener ni la más mínima oportunidad de alterarla más allá del alcance de mis manos o mis ideas. La realidad no existe mientras no me enfrente a otro en su propia realidad. El más allá entonces no existe. Existe el la metamorfosis que hará mi cuerpo, de ARNE y huesos a polvo y de mi consciencia a inconsciencia cuando haya muerto.

Hay que hacer lo que podamos o lo que se nos permita mientras estemos vivos, sin quejarnos de lo que podría ser o lo que podría haber sido… porque lo tan seguro como la muerte es que no podremos remediarlo.

Solo podemos vivir y morir en felicidad, normalidad o tragedia. Son las tres opciones que nos da el libre albedrío de Dios… y como dicen por ahí… los extremos son siempre perjudiciales, por lo que he optado vivir lo más normal posible, hasta donde yo mismo me lo permita y hasta donde los demás me lo permitan ser.

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